Recientemente fui a un adiestramiento que tenía como tema
principal el optimismo. El recurso que dictaba el taller dijo algo que me hizo clic,
si le preguntamos a una persona que por favor diga los aspectos positivos de su
personalidad, esa persona posiblemente le cueste nombrarlos, pero si le
preguntamos sobre los aspectos negativos, encontramos que se le hace súper fácil
decir sus aspectos negativos.
Eso me lleva a pensar, en que el lenguaje que venimos
escuchando en nuestros hogares de nuestros cuidadores, cuando somos niños nos influencia
y lo llevamos cargados por el resto de nuestra vida, porque mientras que vamos
creciendo en ningún momento nos decimos a nosotros mismos "Oye, ya
creciste, lo que te decían de pequeña no es verdad, ahora mete esta
programación con nuevas palabras". No, eso no sucede así.
Crecemos y seguimos con ese software, pero ahora que ya
somos adultos, es tiempo de que nosotros mismos seamos nuestros cuidadores, y
guardarnos en el corazón la pequeña niña o niño, y poco a poco, día a día,
mirarnos adentro, sentirnos y decirnos nuevas y maravillosas palabras que van a
crear una nueva persona en el presente y a su vez vamos a vivir un maravilloso
futuro.
Al ver y nombrar nuestros aspectos positivos podemos reforzarnos
y sentirnos con fortaleza para seguir trabajando en nuestra nueva vida, con
nuestro gran yo, que antes no conocíamos porque no lo habíamos visto.
Lo que sucedió en nuestra niñez pudo haber sido súper duro,
duro durísimos, pero por favor seamos amables con nosotros mismos ahora, y en
este momento presente dejemos de traer lo que ya una vez nos hizo tanto daño.
Con amor, MMH